18/4/18

¿Tapar la corrupción de CiU influye en la operación independentista? Cuando en 2014 aparecen informaciones sobre el origen inexplicable de la fortuna de los Pujol, se desmorona su doble discurso. Si resulta que no era decente quizás tampoco era verdad que la independencia fuese imposible, piensan muchos...

"(...) ¿Sin los 23 años de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat habríamos llegado hasta aquí? 

No. A partir de los años noventa, Jordi Pujol comenzó a trabajar conscientemente para producir lo que está ocurriendo hoy en Catalunya. Nadie había hablado seriamente de independentismo. Lluís Companys, el 6 de octubre de 1934, proclamó el estado catalán dentro de la República Federal Ibérica.  

 Pujol puso recursos y mucho dinero para dar al independentismo elementos que no había tenido nunca: entrada en los medios de negocios e intelectuales, técnicos, gente cualificada. El independentismo era comarcal y de gente de letras. No era urbano, moderno, internacional, no hablaba inglés, no tenía empresarios. Poco a poco, el nacionalismo se encuentra con que su programa político tradicional -lengua y cultura- ya se ha alcanzado.

 La Generalitat dirige la educación, existe TV3, Catalunya Radio… Para ocupar este vacío aparece, entonces, la voluntad deliberada de empezar a hablar de economía, de que Catalunya podría ser mucho más rica de lo que es si no cargase con el peso de España. Hablan de expolio fiscal, de inversiones, siembran dudas sobre los servicios públicos, sociales, y terminan cuestionando la solidaridad con otros territorios de España. Este giro de la lengua al dinero está en la base del proceso.

Jordi Amat atribuye buena parte del aumento del apoyo al independentismo a la decisión de Pasqual Maragall de impulsar un nuevo Estatuto 

Estoy de acuerdo. El Estatuto de 2006 no añadió nada que no estuviera en el de 1978. Se introdujeron cuestiones que se podrían haber asumido con leyes ordinarias del Parlamento de Catalunya. Fue la factura puesta por ERC para contentar a sus bases y formar un gobierno de izquierdas. 

Creía que así podría rematar a Convergencia y, al final, a muy largo plazo y de una manera un poco inesperada, es lo que ha acabado pasando. Convergencia hoy no existe y lo que fue es ahora muy pequeño. Victoria de ERC, pero victoria que han aprovechado otros.

La reforma del Estatuto era una operación tan ambiciosa que requería una actitud nacional en el gobierno y en la oposición. La Convergencia de Artur Mas era impermeable a consideraciones de interés nacional. Enfocaron la maniobra del Estatuto como un juego táctico en el que ellos tenían que ganar. Hay un ejemplo maravilloso: en el Estatuto que las leyes se aprueban por mayoría en el Parlamento de Cataluña excepto una, la Ley electoral, que requiere una mayoría de dos tercios. 

Sólo hay una explicación para ello y es que, cuando se hizo el Estatuto, Convergencia tenía un tercio más uno de los diputados del Parlamento. Podía bloquear la ley electoral y Mas amenazó con abandonar el proceso de elaboración del Estatuto si no se aprobaba esta condición. 

Maragall se lo compró. Sin reforma del Estatuto no habría habido tripartito. Fue el inicio de parte del embrollo actual pero era el precio indispensable que había que pagar si se quería tener una mayoría de izquierdas en el Parlamento.

 ¿Tapar la corrupción de CiU influye en la operación independentista o es un elemento accesorio? 

Sí. En dos sentidos. Veinte años de gobierno de los mismos genera figuras como Millet. Es inevitable. Mejor no hablar de eso y hablar de otras cosas. Por otra parte, Jordi Pujol tenía una autoridad moral que hacía que el mundo independentista aceptara actitudes negativas por su parte. Era independentista y sabía que no se podía conseguir la independencia. Convenció a buena parte de los suyos de ello.

 Cuando en 2014 aparecen informaciones sobre el origen inexplicable de la fortuna de los Pujol, se desmorona su doble discurso. Si resulta que no era decente quizás tampoco era verdad que la independencia fuese imposible, piensan muchos. Y vemos gente mayor de edad, aparentemente culta, con intereses económicos, etcétera, que se cree aquella información de que la independencia era posible, fácil e indolora.  (...)

Dentro de las Españas ven Cataluña a través de televisiones como Telecinco, La 1 o La Sexta. Aquí lo hacemos a través de TV3. ¿Comparte la visión de que TV3 y Catalunya Ràdio han sido fundamentales para el auge del independentismo?

Han sido claves. En TV3 no hay ahora ningún programa que no responda a sumarse al proceso. Cuando hay programas de tertulias, reflexión, debates, los invitados están en proporción de 3 a 1 y el presentador se suma a la mayoría y crucifican al que está en minoría. Los no independentistas pueden optar entre ir y salir crucificados o no ir y quedar mal. Esto debería hacer reflexionar a alguien en el frente de los medios. 

Lo hemos visto en las conversaciones para formar nuevo gobierno en Catalunya. Los partidos nos cuentan con toda naturalidad como se reparten la dirección y los servicios informativos de la radio y la televisión de Catalunya. Cuando se les reprocha, la respuesta es que los medios públicos españoles también son sectarios, lo cual no es un muy buen argumento.  (...)

¿Es posible la independencia?

No. Nunca ha nacido una independencia dentro de una democracia, porque esto quiere decir que el estado de origen pase a ser visto por la comunidad internacional como un estado ilegítimo. Tendrían que pasar muchas cosas para que España llegara a esta situación, siendo como es un país democrático miembro del club europeo. ¿Si Catalunya fuera independiente, sería viable? Sí, claro. 

Hace un siglo que Irlanda es independiente y es una roca pelada, en medio de las aguas glaciales del Atlántico norte. Han salido adelante y los irlandeses comen cada día. Cataluña seguiría teniendo las mismas condiciones, el mismo clima, la misma arquitectura. Los turistas seguirían viniendo. Económicamente, la Cataluña independiente es viable.

No lo es, sin embargo, política y socialmente. En primer lugar, porque el defensores de una Cataluña independiente son una minoría en la sociedad catalana. En segundo lugar, porque la ruptura con las Españas no es factible y lo que está pasando estos días, con los encarcelamientos y las situaciones judiciales lo demuestra. Y, además, porque el mundo requiere unidades más grandes y no unidades más pequeñas.

 No prestamos suficiente atención pero lo más importante de lo que está a punto de pasar es la apertura de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Esto es, de largo, lo más grave que tenemos en los próximos días y semanas. Resistir ante potencias de este calibre reclama ser mucho mayor y mucho más sólido. Este delirio de que podemos construir una reja, unas fronteras, unos muros, nosotros sólos vamos a salir de ésta, la comparación con Estonia, Noruega, etcétera, no se sostiene de ningún modo.  (...)

¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que recuperemos la buena convivencia social?

Hay números para que esto vaya para largo. Hay números para que quede un reducto diferente en las conciencias de unos y otros pero que podamos conseguir una forma de convivencia razonablemente estabilizada. Hay que sentarse y hablar, pero ahora estamos en la fase de enfrentamiento entre machos alfa.

¿Esa solución confortable llegará después de hacer uno o más referendos?

Si fuera necesario, sí. Muchos constitucionalistas han dicho que es posible un referéndum de verdad, no uno consultivo. Si llevas a la gente a votar debe ser para que el resultado vaya a misa. Si sale que Sí es que Sí. Como el brexit. ¿Pero votando qué? ¿Independencia Sí o No? ¿Statu quo actual Sí o No? ¿Una propuesta nueva más satisfactoria Sí o No?

 Yo apuesto por esta tercera posibilidad. Esto quiere decir que se tiene que elaborar, negociar mucho, determinar qué objetivos se quieren alcanzar mediante la independencia y acordar un referéndum que incluya un número determinado de ellos. Hace falta una decisión y una voluntad para hacerlo que hoy no vemos, pero la solución tiene que ir por ahí."           (Entrevista a Joan Botella, catedrático de Ciencia Política y presidente de ‘Federalistes d’Esquerres’, Catalunyaplural, 16/04/18)

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