"Cuarenta años de franquismo, expresión totalitaria del nacionalismo español, dejaron un poso de mala conciencia en muchas personas de lengua materna castellana en Cataluña, sobre todo, desde las capas situadas en el espectro ideológico de la Izquierda (...)
Esa mala conciencia condujo a la permisividad para
que, una vez establecida a partir de la Constitución española vigente,
la cooficialidad en Cataluña del catalán, el castellano y el aranés
–todas ellas consideradas “lenguas españolas”–, se produjesen durante
los cuarenta años de pujolismo (y digo bien, pues, el gobierno de la
Generalidad actual no es sino una prolongación en el tiempo del mismo)
evidentes abusos: inmersión obligatoria en catalán en la escuela, multas
por rotular sólo en castellano, señales de tráfico exclusivamente en
catalán, denominaciones oficiales sólo en catalán, etc. Es decir, la
exclusión de facto del castellano de la vida pública, en definitiva.
Recientemente en el seno de la Asamblea Social de la
Izquierda de Cataluña (ASEC/ASIC) he tenido el honor y placer de
conversar con una persona, catedrático de universidad, a partir de
textos de otras dos -situadas, todas ellas, ideológicamente en el ámbito
de la izquierda política- y, en especial, sobre el sistema de inmersión
lingüística.
Nuestro “debate” se puede resumir en diez puntos
(entrecomillo y subrayo lo que esas excelentes personas expresan en sus
textos y respuesta en la conversación con la otra, y, sin entrecomillar,
mis respuestas):
1) "El sistema de inmersión lingüística en la enseñanza está
asentado; lo amparan dos leyes sucesivas y lleva más de veinte años de
rodaje" .
En mi opinión, este sistema no debe ser
considerado como un sistema "asentado"; bien al contrario, debe ser
puesto constantemente en cuestión, pues, es profundamente injusto desde
el punto de vista social y obedece a la imposición del nacionalismo
catalán en un momento determinado y coyuntural de reparto de fuerzas
políticas en Cataluña -democracia nacionalista-; que, desgraciadamente,
perdura hasta hoy en día aunque con matices. (...)
“No veo inconveniente en aceptar que el sistema está asentado, que
implica, según el diccionario, que está más o menos asegurado o
consolidado. Decir eso no significa aceptar la situación. Yo diría que
hoy por hoy el capitalismo está bien asentado y la afirmación no me
produce especial placer. Hay que aceptar que si algún día el sistema de
inmersión se sustituye por otro, supondrá una labor ingente. Y eso no es
derrotismo, sino realismo”. (...)
2) "En general, los catalanes, lo sean de origen o de adopción,
dan por supuesto, e incluso por bueno, que Cataluña es una sociedad
bilingüe".
Esto que pudiera ser verdad hace unos 10 o 15
años ha evolucionado, pues estamos en la última fase a la que hace
referencia Antonio Robles en el artículo que referencio.
Las
cautelas en este campo están ya dejando paso a un monolingüismo
explícito, como, por ejemplo, significativamente escuchábamos el otro
día a propósito de las papeletas de votación que proponía la CUP: "el
catalán el y el aranés son las lenguas con las que construir la
república" [catalana] (4)
“A ver, que en determinados
círculos persista la fantasía, o, incluso la pretensión de eliminar el
castellano, no es contradictorio con que la mayoría de la población
catalana acepte explícita o implícitamente que vivimos una realidad
bilingüe”.
En esto no soy tan optimista como tú. He
demostrado que estamos inmersos en un proceso sistemático de
arrinconamiento y expulsión del castellano de la vida pública. Mientras
el nacionalismo controle el poder aquí, este proceso continuará y tendrá
su cénit cuando se alcance un monolingüismo de iure (o,
subsidiariamente, lo que llaman “blindaje de la lengua”, que no sería
sino dar carta de naturaleza al final del proceso con el visto bueno del
gobierno de la nación).
3) "La pregunta políticamente relevante es: dicha situación de promiscuidad o de bilingüismo ¿es deseable o indeseable?".
Esta pregunta, por activa y por pasiva, ya la han contestado todos los
gobiernos de la Generalidad de Cataluña desde su restablecimiento: no es
deseable, hay que ir hacia un monolingüismo y en ello estamos.
Como hizo el franquismo durante su existencia, la(s) otra(s) lengua(s)
ha(n) de excluirse del ámbito público y orillarse sin que pueda ir más
allá de la estricta vida privada.
“Otra vez se responde desde
la perspectiva de lo que piensan los sectores independentistas o yo lo
entiendo mal, o la pregunta va dirigida a la ciudadanía. Yo, por
supuesto, respondería que es deseable, aunque no estoy de acuerdo a
homologar promiscuidad y bilingüismo”.
La pregunta,
efectivamente, va dirigida a la ciudadanía; pero, en estos temas, se ha
demostrado, por activa y por pasiva, que la inmensa mayoría de la gente
es gregaria. ¿Cómo si no se permitirían abusos como en la enseñanza, en
la administración, en la rotulación comercial, en las señales de
tráfico, etc.; que evidencian que el concepto nacionalista de “lengua
propia” ha calado y ello pese a que el Tribunal Constitucional
expresamente vació de cualquier contenido jurídico a ese concepto (5).
4) "Habría que dar unos cuantos toques a la política denominada de "inmersión lingüística" actualmente vigente”.
Hemos de partir de que la inmersión es obligatoria y que sólo afecta a los niños de lengua materna castellana (son los únicos que son "inmersionados").
Es evidente la injusticia social que se produce: injusticia, porque es
una medida discriminatoria; y social, porque afecta muy mayoritariamente
a las clases populares más desfavorecidas de origen inmigrante (6).
“Personalmente creo que hacen falta más que ‘toques’”.
Totalmente de acuerdo y eso es, precisamente, lo que quería decir. En
mi opinión, hay que eliminarla sin más y sustituirla por una política
lingüística basada en el uso, en c onvivencia y sin preferencias
(términos utilizados por el Tribunal Supremo y por el Tribunal
Constitucional) (7), de las lenguas oficiales en el ámbito público.
5) "En estos momentos el prestigio [social] lo tiene el catalán sobre el castellano".
El concepto de "prestigio social" para una lengua me parece,
profundamente, desafortunado. Establecerlo como una referencia desde la
Izquierda aún más.
Tan injusto e indeseable era que en la Rusia
zarista el francés fuera la lengua de prestigio, como que en el
franquismo lo fuera el castellano o en el pujolismo lo sea el catalán.
No debemos aceptar ese error que nos tienden como trampa los
nacionalistas.
“Hay montones de estudios sobre
sociolingüística que demuestran que el prestigio social es indispensable
para la pervivencia de una lengua. Ya que mencionas la Rusia zarista,
vale la pena mencionar la situación en que estaba el ucranio,
despreciado por la burguesía. La afirmación tiene ciertos visos de
realidad en la medida en que el castellano se ha extendido en Cataluña
masivamente a través de una inmigración de nivel cultural bajo (espero
que no se me homologue con Pujol por afirmar esto).
Comparemos con
Valencia. El hecho que la burguesía desde hace varias generaciones haya
adoptado el castellano, ha acrecentado su prestigio en detrimento del
valenciano-catalán. Es evidente además que en amplios sectores de la
inmigración de los 50 se ha mirado con simpatía que sus descendientes
aprendieran catalán, ya que no dejaba de ser un mecanismo de ascensión
social (al menos, en teoría). Otra cosa es que se acepte la inmersión.
De todas maneras sería interesante saber qué porcentajes de la
ciudadanía castellanohablante están a favor o en contra de la inmersión.
Quizás nos llevaríamos sorpresas y a partir de esa duda, no me colguéis
el sambenito de defensor de la inmersión”.
No discuto la
existencia del concepto de “prestigio social” para la lengua; lo que
pongo en cuestión es que sea aceptado de forma acrítica desde la
izquierda. Estoy de acuerdo cuando señalas que “el castellano se ha
extendido en Cataluña masivamente a través de una inmigración de nivel
cultural bajo”.
De hecho, los “socialistas catalanes del PSC”, que
siempre han apoyado la inmersión lo tenían claro: el malogrado Ernest
Lluch había llegado a señalar [al parecer –no guardo la cita–] que “el
problema lo tendremos con la primera generación de universitarios hijos
de la inmigración”. Sobre el porcentaje de personas a favor y en contra
de la inmersión, seguramente, nos llevaríamos sorpresas… porque la
mayoría de la población está en contra, pero la Generalitat nunca lo ha
preguntado…
Curioso. La última encuesta que se ha hecho la patrocinó,
precisamente, Sociedad Civil Catalana (8).
6) "Dado que
existe una voluntad clara de la mayoría de catalanes de preservar su
lengua, es lógico que esta esté presente sobre todo en la enseñanza, la
única forma de que recupere su condición de lengua culta, hablada y
escrita, y que sea aprendida y dominada por todos, autóctonos y
foráneos".
Esto que es verdad para el catalán, igualmente lo es para el castellano.
Uno de los 6 mitos que, precisamente, recoge Vilarrubias en su obra
referenciada es que l os alumnos logran una alta competencia en ambas
lenguas . Se sigue una línea políticamente correcta: hacer creer a los
ciudadanos que la preocupación de la Generalidad está en que los alumnos
adquieran y sepan usar ambas lenguas con fluidez y precisión.
Sin
embargo, no se ha inventado un programa lingüístico que enseñe una sola
lengua pero tenga como resultado un alto aprendizaje de dos. Sería
fantástico y ahorraría muchos esfuerzos a los alumnos, pero lógicamente
las cosas no funcionan así. El esfuerzo, el tiempo, el dinero y la
preocupación de la Generalidad están solo del lado del catalán. En
cuanto al español, se considera que ya vendrá por sí solo y cada uno
alcanzará el nivel que alcance.
Efectivamente, algunos alcanzan un
‘pleno dominio’ del español, además del catalán, pero deben encontrarse
en un ambiente familiar favorable a ello y hacerlo por su cuenta. Este
no es el caso de la mayoría, es sólo el caso de algunos, normalmente
chicos de familias acomodadas tanto catalanohablantes como
castellanohablantes.
Los hechos muestran que ésta es la única manera, ya
que el sistema educativo actual no proporciona los medios para lograr
en la escuela una competencia alta en español. Sin embargo, decir esto
claramente por parte de la Generalidad implicaría hacer dejación pública
de sus responsabilidades y pocos gobiernos admitirían tal cosa. Es más
fácil decir que enseñamos en ‘una’ lengua pero los alumnos alcanzan el
pleno dominio de ‘dos’. El objetivo parece ser no moverse de lo
políticamente correcto.
“Por supuesto que la presencia del catalán en la enseñanza no tiene que pasar por la inmersión y tampoco creo que se afirme eso”.
El dominio elevado de una lengua requiere, según criterio pedagógico
pacífico, que sea utilizada como vehicular en la enseñanza. Nadie
discute que el catalán esté, por supuesto; son los nacionalistas los
que, a toda costa, no quieren que esté el castellano. Desde la Izquierda
debemos explicar que la exclusión de éste del sistema como lengua
vehicular supone una discriminación para su conocimiento.
7) "En
definitiva, lo que habría que procurar es una inmersión lingüística que
no supusiera la marginación de los castellanoparlantes ni la
incompetencia de los catalanoparlantes en el habla y la escritura de la
lengua castellana. (...) Nos referimos a la introducción de una
flexibilidad que adapte la política a las distintas situaciones que se
dan en la sociedad".
Esto sólo pasa por respetar el
estándar de lengua oficial tanto para el catalán como para el
castellano; introduciendo este como lengua vehicular, también, en el
sistema educativo... Lo que comportaría ipso facto la
desaparición del sistema de inmersión lingüística, un instrumento al
servicio de la ingeniería social de una determinada ideología: el
nacionalismo.
El TSJC propuso que fuera introducida como
vehicular en un 25%... y no se está llevando a cabo. Me pregunto,
retóricamente, si esa "flexibilidad" -que estaría dispuesto a admitir-
comportaría que los tantos por cientos se invirtiesen en aquellas zonas
de Cataluña, como Girona, donde el desconocimiento del castellano es
apabullante.
“Sobre eso ya escribí algo hace unos días,
entorno a las diferentes realidades sociales. Creo que podría estar de
acuerdo con la idea, pero considero desafortunado hablar de ‘inmersión’”.
Me pregunto si estarían de acuerdo con la inmersión lingüística
obligatoria en castellano del franquismo… Pues, al revés, tampoco… Y
para más inri, ahora estamos en democracia y se supone que se respetan
los derechos fundamentales… Entre los que la Declaración Universal de
Derechos Humanos incluye la prohibición de discriminación por motivo de
lidioma (9); no así, también curiosamente, nuestra Constitución de forma
expresa.
8) "La sentencia del Tribunal de Justicia de
Catalunya que obliga a un 25% de enseñanza en castellano en las aulas en
las que haya algún alumno, en realidad padre o madre, que lo solicite.
Dicha sentencia es inviable de llevarla a la práctica. Es también
insostenible económicamente e irracional pedagógicamente puesto que
queda al arbitrio de las peticiones de los padres (...) Es de necesidad,
por tanto, un acuerdo general en Catalunya sobre la política
lingüística en la escuela y no dejarla a decisiones individuales o
partidistas".
La ejecución de las sentencias es un tema,
desde el punto de vista de doctrina jurídica, muy jugoso... e
interminable de cerrar; sujeto, es cierto, a múltiples dificultades y
variables. Señalar, sin embargo, es este caso que es "inviable" no me
parece ajustado. ¿Por qué? ¿No es acaso preferible paliar la evidente
injusticia social que se comete con parte de la población que aceptar,
sin más, sumisamente la completa negación de derechos? (...)
9) "Sería absurdo en un país cada vez más poblado de inmigrantes
reclamar el derecho de cada individuo a ser educado en su propia lengua
porque es la materna".
Aquí es donde más me revelo y me
opongo a vuestro argumentario ¿Acaso restáis importancia a este concepto
porque sois, supongo, de lengua materna catalana? Dos precisiones:
- el concepto de "lengua materna" es central y así lo ha señalado la
UNICEF, la UNESCO y el propio Consejo de Europa; es preferible para el
niño hacerlo en la misma en las edades tempranas, sobre todo. En este
sentido la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales, en su
artículo 8 lo reconoce para las "minoritarias"...
Lo que pasa en
Cataluña es que a la mayoritaria, el castellano, ni siquiera se le
respetan estos derechos que en otros países se cuidan para las
minoritarias (10).
En este sentido, ha habido incluso llamadas
de atención del propio Consejo de Europa ante la realidad catalana
impuesta por el nacionalismo (11).
Incluso la ficha técnica de la UE, sobre política lingüística preguntaros si se respeta en Cataluña (12).
- lo anterior lo sería para cualquier niño cualquiera que fuera su lengua, pero es que, además, el castellano es oficial en Cataluña
Este "argumento", si no supiera quién lo ha escrito, creería que viene
de las factorías de ERC, CDC o la CUP. No aceptar como concepto central
el de "lengua materna" es no sólo contrario a los derechos de las niñas y
de los niños, sino, también, a los postulados de la Izquierda basados
en la igualdad y supone, en definitiva, dar munición a los nacionalismos
para ponerles en bandeja la discriminación.
“Pues yo estoy
de acuerdo. En este momento en Cataluña hay hablantes de más de 20
lenguas. Es imposible garantizar la enseñanza en todas las lenguas
maternas. Es más, no hay ningún país europeo que practique dicho
sistema. La enseñanza se debe dar en las dos lenguas enraizadas en
Cataluña. Por una u otra razón, castellano y catalán (gascón aranés en
Arán) y si alguien quiere escuelas en mandarín o japonés, de acuerdo,
pero que se la pague, como hacen alemanes, italianos, franceses,
anglófonos, etc. La verdad es que me parece que estás distorsionando
totalmente lo que hay detrás de esta frase”.
Este argumento
es un argumento nacionalista y caes, perdona que te lo diga, de cuatro
patas. Lo que digo es que el concepto de “lengua materna” es fundamental
y central (el mismo Trias Fargas lo expresó en el Congreso, allá por
los años 80 del siglo pasado, para exigir escuela “también” en catalán)
(13)… Sin embargo, los nacionalistas y por ende, toda la sociedad
catalana en su conjunto, parece que lo han olvidado…
Algunos parece que
por mala conciencia. En mi opinión, se ha de respetar al máximo los
derechos de la niña y del niño, de todas las niñas y de todos los niños,
en el acceso a la educación (sean marroquíes, chinos, o del Congo
belga). Dicho lo anterior, en todo caso, lo anterior es absolutamente
inexcusable para los niños con cualquiera de las lenguas maternas que
son lengua oficial.
10) "Siguiendo con la educación.
Cataluña optó por un modelo único, la misma escuela para todos, con dos
objetivos muy razonables: a) subsanar la marginación sufrida por el
catalán durante el franquismo; b) evitar a toda costa la fractura social
que hubiera sido nociva para todos. El modelo es correcto, lo que no
significa que no sea mejorable y que no necesite ciertos ajustes
respecto a la presencia del castellano".
Realmente no fue
"Cataluña", sino una ideología muy concreta, el nacionalismo catalán, la
que optó por "un modelo único". La superación del franquismo nunca
debió producirse a costa de la marginación del castellano personalizada
en las capas de la población, como ya he indicado, más desfavorecidas e
indefensas.
El modelo de inmersión no se da en ningún país del mundo de forma obligatoria; siempre es voluntario, porque así se aconseja desde las instancias internacionales... Y así es en todo el mundo...menos en Cataluña.
Aquí la mala conciencia de algunos, el rencor y odio de otros y la
pobreza -económica e intelectual- de los afectados... llevó a que se
aceptase lo inaceptable. Ya es hora de decir basta .
El
modelo de inmersión NO es aceptable y debe ser eliminado. Ha de ser
sustituido por un sistema educativo con las lenguas oficiales como
vehiculares (catalán, castellano y aranés). El que se añada el
inglés o no a las anteriores es tema de oportunidad que no es objeto de
esta reflexión. (...)
Se trata de “una lengua de cohesión” social, dicen vistiéndose de un
falso progresismo para esconder su realidad autoritaria . No tienen en
cuenta ni respeto por aquella otra lengua oficial que es la materna de
la mayoría de catalanes; también la de la mayoría de los inmigrantes a
esta Comunidad.
Pero os digo la verdad, en realidad, se trata de
un instrumento de opresión .
No es la primera vez que esto sucede en la
historia: en la Inglaterra colonial se imponía el inglés a los hindúes,
en la Sudáfrica del apartheid el afrikáans a los nativos… También en la
España franquista, el castellano a los catalanes. Ahora, en Cataluña,
una Comunidad Autónoma de una nación democrática que se llama España, se
pretende por los nacionalistas imponer el catalán a los ciudadanos
catalanes hispanoparlantes, con la intención de excluir progresivamente
al castellano de la vida pública. E so es, sencillamente, opresión y los
que lo hacen son unos opresores.
Sin embargo, ya hace tiempo que se observa, a semejanza de otra referida al inicio de este artículo, una mala conciencia en muchas personas de lengua materna catalana
en Cataluña, sobre todo otra vez, desde las capas situadas en el
espectro ideológico de la Izquierda. Quizás aún haya tiempo para la
esperanza. (...)" (Antonio Francisco Ordóñez , Rebelión, 17/04/17)
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