"Si Escocia se independiza del Reino Unido,
tras un acuerdo con Londres y cumpliendo sus normas constitucionales,
España lo respetará, pero no permitirá que se quede en la UE. España
considera que Escocia pertenece al club comunitario en la que medida en
que forma parte del Reino Unido y que saldrá del mismo en cuanto se
consume el Brexit.
Si se declarase independiente, tras un nuevo referéndum que ha anunciado para 2018 la ministra principal escocesa Nicola Sturgeon,
será tratada como un tercer estado y tendrá que “ponerse en cola” para
negociar su ingreso en la Unión.
Esta es la doctrina oficial del
Gobierno español, que ha ratificado en Lima (Perú), al inicio de su
primera gira latinoamericana, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis.
Con un ojo puesto en Cataluña, Dastis asegura que España “no
alentará ningún movimiento secesionista” en Europa. Su inflexibilidad
no es ninguna sorpresa: España es uno de los pocos países europeos que
no ha reconocido la independencia de Kosovo, a pesar de que hace ya casi
dos décadas de la campaña de la OTAN que separó de facto a la provincia
de mayoría albanesa del resto de Serbia.
El mensaje es claro: una
eventual Cataluña independiente, dicho sea solo como hipótesis, se
quedaría a la intemperie, sin el amparo económico e institucional de la
UE ni el paraguas de seguridad de la OTAN.
Pero la firmeza en tratar al Reino Unido como un todo tiene
una excepción: Irlanda del Norte. España admite que el Ulster puede
recibir un trato diferenciado y ello en virtud de sus especiales
relaciones con Irlanda. Y del hecho de que las relaciones entre las dos
partes de la isla forman parte del núcleo fundamental del acuerdo del
Viernes Santo, que puso fin a tres décadas de enfrentamiento civil entre
católicos y protestantes.
España está dispuesta a estudiar que se
mantenga, con ciertas condiciones, la libre circulación entre las dos
irlandas, que pasaría a ser frontera exterior de la UE tras el Brexit.
Ahora bien, si Escocia no tiene nada que ver con Cataluña,
tampoco Irlanda del Norte es homologable a Gibraltar. Dastis ha dejado
claro que la fórmula aplicable al Ulster no se puede trasladar al Peñón.
Gibraltar, que tiene el estatuto de jurisdicción territorial cuyas
relaciones exteriores dependen de Londres –o territorio no autónomo
pendiente de descolonización, según la terminología de la ONU--, saldrá
de la UE con el Reino Unido y la Verja se convertirá en frontera
exterior de la UE.
España está dispuesta a estudiar un estatuto especial
para la colonia británica, entre otras razones para facilitar el
tránsito de los miles de españoles que trabajan en el Peñón, pero ello
requerirá un acuerdo bilateral entre Londres y Madrid. Al margen, o en
paralelo, a la negociación del Brexit." (El País, 14/03/17)
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