13/9/16

El independentismo pierde adeptos: la Diada cosecha una menor participación... Diada, pero menos. 292.000 manifestantes, según dos catedráticos de Estadística

 "(...)  Ante el tendencioso desajuste habitual, se buscó en los últimos años un método científico para contar las aglomeraciones. 

Así nació Lynce, una empresa que contabilizó —uno a uno, según dijeron— muy a la baja grandes protestas y de distinto signo ideológico como la manifestación contra el aborto de 2011 en Madrid (ellos dieron 37.742 participantes y la Policía Nacional 250.000) o la marcha contra la sentencia del Estatut de 2010 (su cifra fue de 74.000 asistentes y la de la Guardia Urbana, 1,2 millones). La agencia EFE les contrató para esa última medición, realizada con fotos aéreas y una supuesta precisión hasta entonces inédita. Sin embargo, luego supimos que la exigua cifra se obtuvo con fotos realizadas a las 20.30, cuando la manifestación empezaba a disolverse. Profesionalmente discutida y con cierto fracaso comercial, la empresa cerró en 2012.

 A falta de otros métodos y disconforme con las cifras oficiales, Sociedad Civil Catalana pidió el año pasado a dos catedráticos que utilizaran un nuevo sistema estadístico para medir la convocatoria de la Meridiana. 

La base era el conteo real de varias zonas de la manifestación, y luego mandaron al Center for Research in Computer Vision (CRCV) de la Universidad de Florida Central (EEUU) las imágenes de la marcha (con instantáneas de hasta de 67 tramos) para que aplicaran un software que contaba asistentes. 

La cifra final fue de 530.000, de nuevo muy alejado de los 1,4 millones defendidos por la Guardia Urbana, pero muy cerca en esta ocasión de los 520.000 de la Delegación del Gobierno. Este año, sin embargo, sus cálculos han dado como resultado 292.00 asistentes en toda Cataluña. Por debajo incluso de la cifra de la Delegación. Una nueva cifra para la discordia. ¿O son todas mentira?"           (El País, 12/09/16)

"Eran muchos pero eran menos. Eran independentistas pero no todos. Eran anónimos pero nunca hubo tantos representantes políticos. Este año, la Diada de Catalunya fue un plato agridulce. (...)

Bajada del suflé para algunos, cuestión de paciencia para otros. Pero más allá de las cifras, el sentimiento general de los asistentes a la manifestación de Barcelona oscilaba entre el cansancio y la fe. Para María, de 27 años, esta Diada era “más floja” que los años anteriores, “no era tan emotiva, no había tanta gente”.

 “Faltaba música, animación”, decía su amigo Fran, que asistía por primera vez. La motivación de algunos iba disminuyendo a medida que se alejaban del escenario donde se leía un fragmento del manifiesto y se retransmitía en directo la actuación de las otras cuatro ciudades. 

“Cada vez da más pereza”, explicaba Manel, de 38 años; “este año, por ejemplo, no me apunté en la web antes de venir, fue más improvisado, ni sabía lo que teníamos que hacer”, comentaba antes de matizar: “Eso sí, yo saldré a la calle las veces que haga falta”. (...)

Pero, en general, la expectación mediática tampoco era comparable con la que generaron las primeras Diadas. A nivel internacional, el nuevo jefe de prensa de la ANC, Adrià Alsina, reconoció que varios medios extranjeros le habían comentado que “venir a cubrir la Diada no deja(ba) de ser más de lo mismo”. Algo que se notaba también en la sala de prensa del Palau de la Generalitat, por la mañana, en el tradicional encuentro del president con la prensa extranjera, menos numerosa.

A nivel local también más de uno habrá oído las críticas poco disimuladas de los periodistas catalanes quejándose de la organización y criticando —en voz más baja, eso sí— el “paripé” de un acto “aburrido”. Parece que hasta los periodistas están cansados de tantos días históricos en Cataluña aunque, como lo dice el refrán catalán, ‘el trabajo lo hacen los cansados’. (...)"            (Elise Gazengel, CTXT, 12/09/16)

"Miles de personas salieron ayer a las calles de Cataluña, en nutridas manifestaciones. (...)

 Que ello suceda por quinto año consecutivo y sin haber logrado en este lustro ninguna meta de la que enorgullecerse dice mucho del tesón del movimiento nacionalista y secesionista. 

Pero no puede ignorarse que la Diada de ayer resultó mucho menos concurrida que las precedentes. Este dato debería ser aleccionador, sobre todo para quienes, como sus convocantes, la presencia masiva en las calles resulta más determinante que la mayoría en las urnas.

Los ciudadanos movilizados alcanzaron una cifra entre la mitad y los dos tercios de las ediciones anteriores. Este descenso, bien edulcorado por unas convocatorias descentralizadas, no equivale al final del ímpetu independentista, pero sí marca sus límites y su incapacidad para allegar fuerzas de refresco.

Desde esta óptica, lo más significativo es que la menor asistencia se produce justo cuando el movimiento comunero dirigido por Ada Colau —y no por sus aliados de Iniciativa— se apunta a la convocatoria alegando un soberanismo indefinido y escasamente coherente con las prioridades de la mayoría de sus electores, más motivados por una agenda social que por el nacionalismo. (...)"  (Editorial, El País, 12/09/16)

"(...) Aunque la Guardia Urbana ha cifrado en 800.000 los participantes en las cinco manifestaciones, Societat Civil Catalana ha informado que han sido 292.000 los manifestantes en la Diada de Catalunya. 

 El hecho de haber diversificado la Diada en cinco manifestaciones distintas ha sido relacionado con el intento de los organizadores de camuflar la bajada de participación. El número de inscritos a las cinco manifestaciones, como reconoció un portavoz de los convocantes, era inferior al de años anteriores: 370.00 frente al medio millón de la última edición. (...)"          (Vox Populi, 11/09/16)

Ver: 

¿Cuántos había en la manifestación?... Sólo 280.000, dice La Voz de Barcelona. Una cifra razonable, y razonada

El 11 de septiembre sólo concentró entre 350.000 y 530.000 personas en la Meridiana... no dos millones

¿Cúantos manifestantes hubo en la Diada 2014? Menos de 550.000 personas... muchas menos

Los 300.000 de siempre, que siempre se convierten en un millón. O en medio millón, según el gobierno. El triunfo de la voluntad riefenstahliano, pero en versión "teletubi"

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