9/7/10

Sólo hubo 100.000 personas (como mucho) en la manifestación en defensa del Nou Estatut y en contra del Tribunal Constitucional


 
 Análisis aclaratorio de le empresa Lynce: " Créannos, porque es pura física: una foto con UN MILLÓN de personas en ella es un diamante en bruto. Y mucho me temo (aunque esto es sólo una opinión y no un dato) que ninguno de nosotros ha visto nunca ese diamante en todo lo que llevamos de democracia. Y antes (en la Plaza de Oriente) aún menos.

Para los aficionados a las cifras millonarias, hemos hecho un pequeño cálculo: la Diagonal es una de las principales avenidas de la ciudad de Barcelona y corta en dos el distrito central del Eixample. Tiene una longitud de unos 11 km y una anchura de 50 metros.

Pues bien, ni siquiera con una densidad media de 1,7 personas / metro cuadrado (cifra altísima para una multitud en movimiento) podríamos concentrar en todo ese espacio a un MILLÓN de personas. " Ver en: http://www.lynce.es/es/manifadetalle.php?cod=44

"Análisis comparativo de la asistencia a la manifestación. Como una ‘Cursa de El Corte Inglés’

Mucho se está escribiendo sobre la participación en la manifestación independentista de este sábado en Barcelona. Las cifras de la Guardia Urbana y Òmnium Cultural (entre 1,1 millones y 1,5 millones de personas) contrastan con las cifras de le empresa especializada en la medición de aglomeraciones urbanas Lynce (entre 56.000 y 64.400 personas)

El principal argumento de los defensores del millón se basa en las fotografías aéreas reproducidas por los medios de comunicación en las que se observa los carriles centrales del Paseo de Gracia llenos de gente. Aseguran que esa imagen no se puede ajustar a las cifras contabilizadas con la tecnología de Lynce.

La Cursa de El Corte Inglés como referencia

Sin embargo, si comparamos esas imágenes con las de otras concentraciones efectuadas en Barcelona de las que se disponen datos exactos de participación, como puede ser la Cursa de El Corte Inglés (competición atlética popular de 11 kilómetros que se celebra desde hace más de 30 años), nos encontramos con muchas similitudes y podemos valorar cuáles de las cifras difundidas de asistencia se acercan más a la realidad.

Las fotos que encabezan este artículo comparan la manifestación de este sábado a su paso por el Paseo de Gracia (izquierda) con la Cursa de El Corte Inglés de 1993 a su paso por la calle Aragón (derecha), año en el que participaron 92.874 personas.
A continuación, otra imagen del Paseo de Gracia durante la marcha independentista de este sábado, seguida de cuatro fotografías de diferentes ediciones de la Cursa de El Corte Inglés. En concreto (de arriba a abajo y de izquierda a derecha) las que corresponden al año 2005, con 54.803 participantes; 2009, con 56.200; 1997, con 67.104; y 1999, con una asistencia de 54.152 personas.



"Guerra de cifras: de millón y medio de manifestantes a 56.000. Los organizadores cifran en 1.500.000 los asistentes a la manifestación. La Guardia Urbana de Barcelona los rebaja a 1.100.000. La empresa Lynce, especializada en contar mainfestantes, dice que sólo acudieron 56.000 personas a la protesta

Unas 56.000 personas asistieron esta tarde en Barcelona a la manifestación convocada en contra de la sentencia del Estatuto, según la estimación sistematizada efectuada por la empresa Lynce para la Agencia Efe.
Los datos facilitados por Lynce tienen un margen de error al alza del 15 %, que podría elevar el número de asistentes a la marcha hasta 64.400.
Lynce es una empresa dedicada a contabilizar asistencia en manifestaciones y otras aglomeraciones humanas, mediante el tratamiento informático de imágenes fijas y en movimiento.
Las circunstancias del itinerario por donde transcurrió la manifestación, con abundante arbolado, han llevado a Lynce a realizar una "estimación sistematizada" para ofrecer datos fiables en un tiempo preciso, y dispondrá de una medición exacta en el plazo de dos o tres días.
Esta estimación, ha señalado el director de Lynce, Juan Manuel Gutiérrez, se ajusta muchísimo a los parámetros de la realidad observable, al llevarse a cabo con criterios de precisión.
Lynce ha realizado 175 fotos aéreas durante la manifestación y ha tomado medidas de superficie y densidad de diversas zonas del recorrido que le han servido como zonas de muestreo.
Para la estimación sistematizada que arroja un resultado de 56.000 personas, Lynce ha utilizado 15 fotografías, correspondientes a las tomadas durante un barrido aéreo a las 20,30 horas.
Por ejemplo, Lynce ha contabilizado en esta estimación un total de 2.036 personas en la intersección entre Paseo de Gracia y Gran Vía, concretamente en una zona acotada del entorno de la fuente ubicada en este cruce.
Asimismo, esta empresa ha estimado una concentración de 1.400 personas en la intersección entre Gran Vía y Roger de Lluria, y de 1.870 personas en el cruce entre Paseo de Gracia y Aragón, siempre en esta franja de las 20,30 horas.
En estas zonas ha efectuado un recuento exacto de las personas que las ocupaban en los momentos clave de la medición; la densidad en estas zonas se ha calculado con una precisión de dos decimales.
Estos datos de densidad se han extrapolado al resto de las zonas para calcular una media ponderada que ha proporcionado la cifra final de la estimación sistematizada.
Con esta planificación, ha explicado el director de Lynce, ofrecemos esta "notabilísina aproximación" de asistencia a la manifestación.
La de hoy es la novena manifestación que Lynce mide por encargo de Efe desde que la agencia suscribió un contrato de servicio con esta empresa en 2009." (Público.es, 11/07/2010)

"Unas 62.000 personas, dato definitivo de Lynce de la manifestación de Barcelona.

Barcelona, 13 jul (EFE).- La empresa Lynce ha precisado el número de asistentes a la manifestación del pasado sábado en Barcelona, en defensa del Estatut, tras efectuar un conteo persona a persona, que contabiliza 62.000 participantes, con un margen de error al alza del 20 por ciento, lo que elevaría esta cifra a 74.400.
Este cálculo definitivo de Lynce se ha elaborado a partir de 12 fotografías aéreas tomadas a las 20,30 horas en un intervalo de dos minutos." (...)
Lynce ha verificado los datos estimativos del sábado y además ha comparado la serie fotográfica de asistencia a la manifestación de las 20,30 horas, con otra serie de fotos, en 10 puntos concretos de las calles y zonas por donde transcurrió la protesta, a las 19,45 horas, y no ha apreciado diferencias sensibles entre unas y otras, ha declarado a Efe el director de esta empresa de conteo de aglomeraciones humanas, Juan Manuel Gutiérrez. (...)

La medición completa de Lynce se produjo en torno a media hora después de disolverse la cabecera oficial -que no llegó al punto final de la Plaza de Tetuán-, de los parlamentos de los actores Txe Arana y Lluís Soler, y de la interpretación del himno de Cataluña, Els Segador, a cargo del Orfeó Català, considerado como colofón del acto.
La afluencia de manifestantes que completó el recorrido y que llegó hasta el escenario montado en la Plaza de Tetuán continuó hasta más allá de las 21,00 horas, según han informado fuentes de Omnium Cultural, entidad que lideró la convocatoria de la protesta.
Lynce decidió establecer este cómputo en las 20,30 horas porque los datos obtenidos en ese barrido aéreo eran los más completos técnicamente, al recoger la totalidad de la secuencia de la manifestación; sin embargo, la empresa ha cotejado datos de esta hora con otros parciales de las 19,45 horas, sin apreciar cambios significativos en el número de asistentes.
El director de Lynce, Juan Manuel Gutiérrez, ha afirmado que, aunque la protesta culminó formalmente antes del momento de la medición más completa, cuando ésta se produjo todavía se desplazaban personas hacia el final del recorrido.
Lynce, empresa con sede social en Bilbao, basa sus datos en el estudio informático de imágenes fijas y en movimiento, lo que le permite obtener un conteo de los participantes.
Los datos de Lynce a las 20,30 horas corresponden a una superficie de 68.000 metros cuadrados, que era el área ocupada por la manifestación en ese momento. El total del perímetro del recorrido de la protesta era de unos 100.000 metros cuadrados.
Aunque los datos definitivos que ofrece Lynce están basados en este sistema de conteo y no en cálculos de densidades, como los ofrecidos el mismo día de la manifestación como una estimación sistematizada, la densidad media de la marcha en defensa del Estatuto en el momento de la medición sería de 0,91 personas por metro cuadrado."
Comentarios:
"Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, en un artículo publicado en La Vanguardia el 29 de julio de 2010.
‘[...] El primer error parte de una base obviamente equivocada: que la Constitución de 1978 está formada, simplemente, por las palabras del texto que se aprobó en aquel año. Con ello se olvida algo fundamental: que nuestra Constitución es una norma cuyo contenido debe desenvolverse dentro del marco que establece la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Ignorar el valor de esta jurisprudencia comporta un serio riesgo de que el tribunal, si no encuentra razonable cambiar de doctrina, declare inconstitucional la norma que la infringe. Esto es lo que ha sucedido con el Estatut.
Desde el principio fue evidente que el contenido del Estatut, en muchos aspectos, resultaba contradictorio con la jurisprudencia del Constitucional. Seguramente, se esperaba que los magistrados cambiaran esta jurisprudencia, de ahí las múltiples presiones que han soportado. La desilusión final de los juristas catalanes que han asesorado técnicamente a los autores del Estatut se ha producido al comprobar que no han conseguido tal finalidad. Al contrario, la mayor parte de las nulidades o “interpretaciones conformes” de las normas estatutarias tiene como fundamento la autoridad de una doctrina constitucional constante y bien asentada, por tanto, muy difícilmente modificable. No tener en cuenta esta doctrina ha sido una imprudencia’. (lavozdebarcelona.com, 29/07/2010)
"José Antonio Zarzalejos, periodista y ex director de Abc, en un artículo publicado en La Vanguardia el 29 de julio de 2010.
‘[...] El “rescate” del Estatut al que el Gobierno dice haberse comprometido dispone de muy poco margen y generalizaría las nuevas cotas de autonomía para todas las comunidades, con lo cual no se satisfaría en modo alguno la singularidad del autogobierno catalán. Los socialistas pueden insistir en pronunciamientos sin contenido jurídico-constitucional, como ese de España “nación de naciones”, pero han de ser conscientes de su inutilidad. Ellos llevaron a Catalunya a unas determinadas expectativas y las defraudaron. No es serio aplicar cataplasma a un tejido que puede gangrenarse.
El Gobierno y el PSOE han de decir la verdad a Catalunya, que consiste en la que, con ligeras variantes, se plasma en la sentencia del TC, que no considera mayores posibilidades que las que ya están contenidas en el Estatut revisado del 2006. Y si Zapatero, su Gabinete y su partido creen en la plurinacionalidad y estiman que es viable una suerte de federación o de confederación (conceptos muy distintos entre sí), han de plantearlo seriamente mediante una propuesta de reforma constitucional. Pero no es riguroso, ni apreciado –como pudo comprobar Zapatero en Barcelona–, sustituir el compromiso político por la afabilidad semántica’." (lavozdebarcelona.com, 29/07/2010)
Nadie en su sano juicio hubiera salido a la calle para defender un Estatut que fue aprobado por una ridícula minoría de catalanes tras un parto, muñido por una minoría parlamentaria que supo manejar el chantaje, mientras el resto se dejaba hacer, en la idea andreottiana de que el poder sólo desgasta a quien no lo tiene. Pues ahí estamos, manifestándonos por el honor y la dignidad de Catalunya y su derecho a decidir. ¿Y quién ha puesto el honor y la dignidad de Catalunya en almoneda? Los mismos que han animado a la gente a manifestarse. Porque hay un pequeño detalle que nuestros brillantes comentaristas han omitido en los fastos y las metáforas.
Entre la manifestación pro Estatut del 11 de septiembre de 1977 y ésta del 2010, hay un abismo, o lo que sería una diferencia esencial. En septiembre del 77, señores, todos los que ahora hinchan el pecho de memoria olvidan que todos entonces eran oposición. Todos eran aspirantes del sistema que habían inaugurado las urnas en el mes de junio con una victoria aclaparadora,valga el catalanismo. Esa victoria democrática era de la izquierda catalana y no nacionalista, porque entonces mezclar ambas cosas hubiera dado risa a los miles de manifestantes. ¡Hasta dónde hemos llegado de autoengaño para olvidarnos de lo obvio!
La manifestación del pasado sábado, independientemente de lo que podía ser la voluntad íntima de cada manifestante, era una manifestación oficial. Un aplec sin sardanas, al que contribuyeron los voceros institucionales, la propaganda oficial. Incluso hubo quien se quejó de que los futbolistas catalanes de la selección española no hubieran sido debidamente presionados para que se declararan catalanistas afectos.¡Qué fácil sería encontrar similitudes con referéndums hoy día innombrables pero muy presentes en nuestra memoria! ¡Cuántas cosas quedaron al descubierto por la arrogancia del poder!
La instrumentalización de los medios de comunicación en primer lugar. ¿No tendrán un gesto de rubor los supuestos garantes de la libertad y las buenas costumbres, escaqueándose de responder a casos flagrantes de manipulación oficialista? Ni uno de ellos moverá una ceja, porque hay que decirlo alto y claro, de ese modo que alguien antes decía que se hablaba en catalán: las instituciones que se han creado en Catalunya desde el poder, todas, sin excepción que yo sepa, han sido constituidas no para promoción de la libertad informativa, ni de las artes, ni de las letras, ni de la lengua, sino principalmente, y en algunos casos exclusivamente, para galanura y elogio del poder.
Eso sí, pagando el gasto. ¿Que eso también ocurre en otras partes? ¡Y a mi me da una higa ese argumento mafioso! Yo estoy hablando de nosotros, que nos consideramos tan la hostia como para que nos tengan envidia, o miedo, o todas esas cursilerías de satrapillas de la oficina de la Generalitat que cultiva nuestra inconmensurable autoestima.

Esa unanimidad patriótica sólo la concede el poder, la casta, el oficialismo. No manden más gente a la universidad de Laval, ni al Quebec, ni al País Vasco. Buenos Aires es el destino ideal. La clase política se ha vuelto peronista sin saberlo, y como peronismos hubo muchos y aún quedan más, podemos estar contentos; podemos ser al mismo tiempo del poder y de la oposición, institucionalistas e independentistas, esquerranos y mundialistas, populistas y radicales… Los fondos públicos bien repartidos dan para mucho.
¡Qué papelón el de nuestros intelectuales independientes! “Desfilar reivindicando lo que somos y lo que queremos ser”, escribía Joan Subirats. Ramoneda nos advierte del dilema del siglo: o federalismo o independentismo. Ay, los federalistas. El federalismo en España tiene una prueba del algodón. El Cantón Murciano. ¿Usted está dispuesto a compartir los mismos derechos y deberes que el Cantón Murciano? ¡Hombre, tampoco es eso! Pues si no es eso, no hay federalismo posible. (...)

Después de la manifestación del sábado pasado, donde hubo quien “desfiló reivindicando lo que somos y lo que queremos ser”, ¿saben ustedes lo primero que hizo esa clase política que se jactó del éxito de la convocatoria que marcaba “un antes y un después”? Lo primero que hicieron es echarse atrás en la firma de un acuerdo por el que se podían convocar referéndums. Es precioso, no me digan que no. " (Correo Ciudadano de Barcelona, La Vanguardia, 18/07/2010)
Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, en un artículo publicado en La Vanguardia el 15 de julio de 2010.

‘[...] Cabe felicitar, en primer lugar, a quienes han interpuesto estos recursos. Gracias a ellos, y naturalmente a la labor del Tribunal, se ha logrado mantener la Constitución en su integridad y no debe olvidarse que una constitución democrática es siempre la pieza angular de la convivencia en un país.

Si no se hubieran activado estos recursos, y los preceptos inconstitucionales hubieran seguido vigentes, el ordenamiento habría entrado en una deriva de gran inseguridad jurídica en la que el imperio de la arbitrariedad iría deteriorando progresivamente la libertad individual y la vida social. (...)

Efectivamente, en el fallo se declaran 14 preceptos nulos y 27 conformes a la Constitución sólo en el caso que sean interpretados de acuerdo con el significado que les da el Tribunal en la sentencia. Pues bien, en muchos de estos últimos supuestos el significado que les atribuye el Tribunal es frontalmente contrario al que pretendían los autores del Estatut y, por tanto, de hecho, equivalen a otras tantas nulidades. Pero hay más.

La interpretación que el Tribunal hace de otros preceptos no recogidos en el fallo también vacía de contenido su significado primigenio y, por consiguiente, quedan tan desvirtuados como aquellos. Sin arriesgarme a precisar con exactitud, en total pueden ser tachados de inconstitucionalidad, total o parcial, entre ochenta y cien preceptos.

Por tanto, es tal la magnitud de lo declarado inconstitucional bajo una u otra forma que más que de un severo varapalo se trata de una desnaturalización en toda regla del Estatut aprobado en el 2006.
En realidad, tras la sentencia, lo que queda válido y vigente no es en sustancia muy distinto de aquello que ya regulaba el buen Estatut de 1979 que nunca debió intentarse reformar’." (lavozdebarcelona.com, 15/07/2010)
"Estiven este sábado en Barcelona en representación de Alianza Libre Europea, o partido que reune na UE a organizacións das nacións sen Estado europeas (Escocia, Gales, Flandes, Cataluña, Euskadi, Galiza, co BNG, e outras), acompañando aos dirixentes de Esquerra Repúblicana e a carón dos de Convergencia i Unió, Partido Socialista de Catalunya e Iniciativa per Catalunya. Encabezada por todos os presidentes e expresidentes da Generalitat e do Parlament, dominando nela unha pacífica e plural posición a prol da soberanía a manifestación mostrou até que ponto as aspiracións nacionais de Cataluña precisan dun marco constitucional de convivencia mui diferente do derivado da conceición do Estado español como nación única." (Camilo Nogueira: A manifestación de Cataluña. Vieiros, 13/07/2010)
#7 hai 3 horas e 2 minutos Raimundo
Só o 35% dos cataláns dixeron ‘si’ ao Novo Estatut. Non pódese dicir mais claro e alto que é un estatuto sen apoio popular… logo, sen dereito a soberanía.

A manifestación anda polos 70.000 persoas, mais ou menos… logo, sen dereito a representatividade (ver enlace abaixo).

E inda por riba, se o conto fora que o 70% dos cataláns dixeran que tiñan dereito a coller unha parte dos impostos que veñen a Galicia… pois como se dixeran misa… as minorías non teñen dereito a aldraxar as maiorias…

E tampouco a maioría de Arizona ten dereito a aldraxar a minoría latina… por iso Obama vai a xustiza, para que os tribunais esmaguen as medidas fascistas da maioría.

Para iso estanche os tribunais…

Enlace a loita de cifras da manifestacion:
"Francesc Moreno, editor de eldebat.cat, en un artículo el 13 de julio de 2010.
‘Vuelven las llamadas a la unidad. A que Catalunya tenga una sola voz. Unos dicen que la unidad debe escenificarse en Catalunya, otros que en el Congreso. Pero la realidad es que la unidad no existe lo cual no deja de ser una buena noticia. Las supuestas unidades nacionales, cuando quieren prolongarse fuera de circunstancias excepcionales, siempre esconden aplastamiento de las minorías. Ni todos los catalanes lucharon contra Franco, ni todos los castellanos fueron franquistas. Ni los todos los cubanos son castristas, ni todos los alemanes fueron nazis, ni todos los iraníes fundamentalistas. Cuando se toma a la parte por el todo comienza el fin de la democracia.
[...] Hoy no hay una negociación entre España y Catalunya. En Espanya muchos no son partidarios ni del Estatut retocado por el Constitucional, por tanto no hay nada que negociar con ellos. En Catalunya, como todos sabemos, hay muchas fuerzas políticas que rechazan el Estatut, por unas u otras razones. ¿Que van a negociar, si no van a aceptar el resultado aunque fuera positivo? Los únicos que pueden negociar son los que sigan defendiendo el Estatut en Madrid o Barcelona. Y han de negociar cómo superar las restricciones establecidas por el TC, dentro del marco de la legalidad. Que negocien ellos y si llegan a un acuerdo que miren si tienen mayoría en el Parlament y en el Congreso. Si no las elecciones ya clarificarán la situación. Lo demás es una retórica insostenible’. (LAVOZDEBARCELONA.COM, 13/07/2010)
"Joaquin Leguina, ex congresista del PSOE y ex presidente autonómico de la Comunidad de Madrid, en un apunte en su blog.
En efecto, con esto del Estatuto, un día sí y otro también, aparecen por aquellas y por estas tierras “editoriales conjuntos”, “artículos colectivos” y otras muchas unanimidades políticas. Y destaca, sobre todas ellas, la unanimidad de los partidos allí operantes: CiU, PSC, ERC e Iniciativa. Todos nacional-catalanistas, todos quejicas y victimistas… y todos amenazantes, asegurando –entre otras lindezas- que “el pacto constitucional está roto” (¿unilateralmente?) o que algo discutido hasta la saciedad y entonces rechazado está hoy vigente, como es el caso de un imposible: “la España plurinacional”.
La lógica a la que obliga cualquier diálogo argumentado ha desaparecido del foro público catalán. Foro en el cual sólo está permitido expresarse en la “lengua propia” (como si el castellano hubiera llegado a Cataluña e impuesto allí de y por la mano de Franco). Foro monopolizado por un solo discurso: el nacionalista. Espacio en el que cualquiera se envuelve en la “senyera” y se pone a hablar –sin ruborizarse- en nombre de Cataluña.
Pero en democracia toda unanimidad es sospechosa, y ésta, desde luego, lo es, precisamente porque oculta una dolorosa realidad: la de la endogamia impuesta por una clase dirigente encantada de haberse conocido. Endogamia y unanimidad cuya expresión más sangrante consiste en el siguiente hecho diferencial: en casi todas partes hay ladrones dentro de los partidos, pero Cataluña es el único lugar de España en el cual los cacos de los diferentes partidos roban juntos.
Su escaso pluralismo político ha hecho de la democracia catalana una democracia muy pobre que ha encontrado una inesperada complicidad en el clamoroso silencio de los dos grandes partidos españoles (PSOE y PP). Un silencio que otorga crédito a los disparates jurídicos, políticos e ideológicos con los que la clase política catalana nos maltrata a todos… y en primer lugar a los catalanes. La sociedad catalana es prisionera hoy de una clase política que la condena a mirarse continuamente su propio ombligo." (LAVOZDEBARCELONA.COM, 11/07/2010)
"Me apena pero no me sorprende que la llamada del Presidente Montilla y del gobierno de la Generalitat de Catalunya, a la movilización popular en Cataluña, en protesta por el dictamen del Tribunal Constitucional (TC), haya creado una respuesta de gran animosidad en sectores intelectuales basados en Madrid, no sólo entre las derechas, sino también en sectores del socialismo madrileño (...)

Es más, tales voces insinúan que el Presidente Montilla tiene unas prioridades en su gobierno equivocadas, abandonando los problemas reales de la población en Cataluña entre los cuales el debate del Estatuto palidece en importancia frente a otras áreas algo descuidadas por su Gobierno.(...)

Ante tantas críticas y observaciones insultantes, cabe preguntarse “¿de dónde viene tanto adjetivo descalificador?”. Y la respuesta es que viene de dos visiones muy distintas, no sólo de lo que es España, sino de cómo hemos llegado hasta aquí. (...)

La movilización del 10 de julio no es contra España, y el Presidente Montilla ha clarificado este punto en su llamada. Dejó muy claro que la protesta no es contra España (de la cual Cataluña es parte), sino en contra del dictamen del TC. Y por razones, además, que exigen una protesta. Fuera de Cataluña, País Vasco y Galicia no se entiende el genocidio cultural que la dictadura intentó hacer sobre las culturas y lenguas catalanas, vascas y gallegas. (...)

Sólo aquellos que sufrimos estas humillaciones pueden entender la intensidad de nuestro interés en defender nuestro idioma y nuestra cultura. Cataluña es además un país pequeño que puede fácilmente quedar absorbido y perder su cultura y su lengua, tal como ha ocurrido en la Cataluña francesa, donde se ha dejado de hablar catalán y las nuevas generaciones ni siquiera lo reconocen. Muchos jacobinos en España desearían que esto ocurriera también en Cataluña. (...)

Para colmo, hoy tal demanda la lidera un catalán nacido en Andalucía, un “charnego” como decían las derechas catalanas. De ahí el odio que recibe dentro y fuera de Cataluña. Unos lo consideran un impostor, otros un traidor (o, como dijo un socialista establecido durante treinta años en Madrid, un socialista contaminado de nacionalismo). Montilla es, como millones de catalanes, un catalán que se siente español, pero que se indigna por la falta de sensibilidad que se tiene en Madrid hacia la redefinición de lo que es España.(...)

Para colmo, hoy tal demanda la lidera un catalán nacido en Andalucía, un “charnego” como decían las derechas catalanas. De ahí el odio que recibe dentro y fuera de Cataluña. Unos lo consideran un impostor, otros un traidor (o, como dijo un socialista establecido durante treinta años en Madrid, un socialista contaminado de nacionalismo). Montilla es, como millones de catalanes, un catalán que se siente español, pero que se indigna por la falta de sensibilidad que se tiene en Madrid hacia la redefinición de lo que es España. (...)

Durante cuatro años se ha ido desarrollando el estatuto sin que España se rompiera. Pero las derechas y algunas izquierdas no quieren que se redefina esta España. Y el TC es uno de ellos. Esta redefinición incluye la sustitución de una España radial centrada en Madrid por una España plurinacional en que, como en EEUU, algunos órganos del Estado central están ubicados en Madrid y otros en Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Badajoz, y otras capitales de España, con pérdida del excesivo protagonismo que tiene Madrid y que es lo que explica, en gran parte, la resistencia del establishment político y mediático madrileño a esta redefinición, sea del color que sea. Y esta plurinacionalidad tiene que respetar las especificidades de cada componente, y no tratar de frenar o inhibir la diversidad que enriquece España.

Ni que decir tiene que estas resistencias a redefinir España están azuzando el independentismo, que ha crecido enormemente. El 25% de la población catalana se muestra favorable a la independencia. Esta lucha ideológica la tenemos que llevar a cabo en Cataluña y se vencerá o perderá en Cataluña. Pero pediríamos a nuestros amigos del resto de España que ayudaran en lugar de animar al independentismo que es lo que hacen cuando insultan y muestran su enorme incomprensión." (Vicenç Navarro, en www.vnavarro.org, 08/07/2010)

"Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, en un artículo publicado en La Vanguardia el 8 de julio de 2010.
‘Entre todas las reacciones que está suscitando la sentencia del TC sobre el Estatut, la más surrealista es la declaración del abad de Montserrat: “Hay que decir que la sentencia no respeta todos los derechos que el Magisterio de la Iglesia reconoce a los pueblos que son una nación”. Caramba, caramba, con el Magisterio de la Iglesia: antes, por lo menos, esperaban a la publicación de un texto para criticarlo. La clase política ha bajado de nivel, los teólogos parece que también.
[...] Los socialistas catalanes están atrapados en la propia red que han ido tendiendo. Ciertamente han caído en muchas trampas desde que empezó todo eso, pero esta puede ser la definitiva. Todo eso empezó cuando el PSC de Maragall pactó con ERC, a principios del 2001, la reforma del Estatut, con el fin de aliarse con los republicanos y desbancar a CiU de la Generalitat. Eso sucedió a finales del 2003 y fue entonces cuando se emprendió una insensata carrera para aprobar un nuevo Estatut. Quien ha salido ganando en todo ello es ERC, la fuerza política más inteligente de estos últimos años: ha alterado el mapa político catalán, especialmente haciendo escorar al PSC, a IC y a buena parte de la opinión pública, hacia un extremismo que antes no existía. El Estatut ha sido, desde el primer momento, un mero instrumento de las fuerzas políticas con objetivos exclusivamente partidistas, no una finalidad para mejorar el sistema de gobierno de Catalunya.
Así sucede también ahora: la sentencia es un mero instrumento. La deslegitimación del TC empezó hace un año: cuando vieron claro que la sentencia podía ser negativa, todos empezaron a hacer cálculos electorales. Ante el vértigo de que los partidos que apoyaron al Estatut fueran considerados culpables de su inconstitucionalidad, comenzó la deslegitimación del TC con argumentos insostenibles: desde que el Estatut es un pacto político no susceptible de control jurisdiccional hasta que el Tribunal es incompetente porque no han sido renovados sus miembros. Montilla ha impulsado todas estas inconsistencias en un intento desesperado de evitar un descalabro socialista en las próximas elecciones. Ahora se halla ante el dilema de encabezar una manifestación por el “derecho a decidir” –un sinónimo del derecho a la autodeterminación– o faltar a la palabra dada en su imprudente y demagógica alocución al conocerse el fallo de la sentencia. Cuando uno abandona sus principios y pretende aparentar que se está de acuerdo con los principios contrarios a fin de mantenerse en el poder, es natural y merecido que le sucedan cosas como estas.
Tras el fallo de la sentencia –recordemos que todavía no conocemos sus fundamentos y, por tanto, buena parte de su significado–, en la Catalunya oficial es opinión común afirmar que se ha roto el pacto constitucional. Dando por bueno que ese supuesto pacto es el que está estipulado en la Constitución, dicha opinión no puede estar peor fundada, en especial porque quienes la mantienen son, precisamente, aquellos que basan la pretendida ilegitimidad de la sentencia en el argumento de que el Estatut fue aprobado en referéndum y el tribunal no puede declarar nula una ley de esa naturaleza. En realidad, la Constitución dice expresamente lo contrario: todas las normas y todos los poderes están sujetos a la Constitución. Y añade que para garantizar que ello sea así están los controles judiciales y, en el caso de las leyes –y el Estatut es una ley–, el único órgano adecuado para ejercer este control es el TC. Por tanto, quienes rompen el pacto constitucional materializado en la Constitución son, precisamente, aquellos que sostienen la ilegitimidad de la sentencia.
Lo más peligroso de la situación es el deterioro del Estado de derecho. El presidente de Murcia ya ha dicho que no aplicará la ley del aborto. Empiezan unos y siguen los demás. Afortunadamente los ciudadanos son más sensatos que sus gobernantes. No crean quienes no viven en Catalunya que aquí se está masivamente en estado de guerra contra la sentencia. Sólo en la Catalunya imaginaria sucede eso. Como es natural la gente está preocupada por otros problemas que les atañen más de cerca y que los políticos no les resuelven. La desafección de la política no es culpa del TC ni de la Constitución, sino de estos políticos, los mismos que estarán en la manifestación del sábado. Pero el asunto no es grave: estamos en julio, el calor aprieta y tenemos las vacaciones a la vuelta de la esquina’. (lavozdebarcelona.com, 08/07/2010)
"Pablo Planas, periodista y director de Abc Cataluña, en un artículo publicado el 8 de julio de 2010.
‘No es necesario recordar a los convocantes de la manifestación del sábado que la soberanía nacional no reside en el pueblo de Cataluña sino en el conjunto de la ciudadanía española. Lo saben de sobra, probablemente mejor que muchos teóricos defensores de la Constitución, pero este es otro problema. El objetivo de los dirigentes de Òmnium no es defender el Estatut ni forzar una rectificación del Tribunal Constitucional, sino acelerar el proceso hacia la ruptura.
[...] La ansiedad y el oportunismo se disfrazan de patriotismo. La afirmación del eslogan es tan rotunda que no caben medias tintas ni interpretaciones alternativas. Si Montilla no se siente cómodo con el lema «som una nació, nosaltres decidim», que no venga, se oye decir como consigna a los delanteros de la melé soberanista. La dignidad institucional, Cataluña, el referéndum…, todo eso no importa nada ante el objetivo de reconquistar la Generalitat. La supuesta afrenta del Constitucional —o sea, la Ley— es el banderín de enganche emocional, una magnífica excusa para montarla parda." (lavozdebarcelona.com, 08/07/2010)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue una de las manifestaciones que más gente congregó, más que la de la Transición, y sin duda la más numerosa que he visto en Barcelona. No era el Paseo de Gracia solo, es que era el Paseo de Gracia, las Ramblas, parte de la Diagonal y la parte superior de via Laietana. Muchisima gente, eso es indiscutible y españa ese dia perdió muchos puntos ante la población catalana.